
El primer comic publicado bajo el sello apareció en marzo de 2017.
Con portada de Fabián Cobos, cuenta tres historias escritas por Abraham Martínez, con arte de Carlo Chablé, Alex Sarabia y Juan Fleites; el logo fue diseñado por Adrián Montoya.
“Para quienes nacimos en la década de los 70’s y principio de los 80’s, la distopia del futuro llegó hace tiempo. A nosotros nos quitaron los cohetes plateados, los autos voladores y la colonización del espacio; y nos lo cambiaron por misiles nucleares transcontinentales, ciudades contaminadas y la colonización de la Tierra por parte de transnacionales codiciosas, para las que los seres humanos solo son una materia prima más para explotar.
Ese futuro llegó junto con profunda desigualdad social, cambio climático, la guerra contra el terrorismo y el uso de las redes sociales como herramienta para sembrar desinformación.
¿Y qué mundo les espera a nuestros hijos? ¿Una versión concentrada de nuestro espantoso presente, como en “Soylent Verde”? ¿Una civilización barbárica, post apocalíptica y agonizante, inspirada por “Mad-Max”?
La ciencia ficción parecía haberse estancado también en la primera década del siglo XXI, como si la infecciosa idea de que “la historia de la humanidad había llegado a su fin” se hubiese instalado también en el imaginario colectivo, a través del cine, los videojuegos y por supuesto el cómic.
En el 2014, mientras revisaba el time line de mi Facebook, alguien preguntó “¿Por qué ya nadie escribe utopías?” y en ese momento, me atreví a escribir “Utopía Verde”, un futuro plácido en el que finalmente los seres humanos y los androides han encontrado la paz en simbiosis con el planeta Tierra.
La idea era atractiva, ¡tenía que haber una alternativa al desastre inminente que llegará en los próximos segundos! Y de nuevo buscando en la red, me encontré con el movimiento Solarpunk originado casi al mismo tiempo en Arizona, Brasil y tumblr.
Imagina un mundo donde las inteligencias artificiales son tan avanzadas que mantienen un pacto social con la humanidad, donde la genética permitirá preservar la diversidad biológica del planeta, un mundo de autos voladores – drones de pasajeros– y energía eléctrica limpia para movernos, después de la era del petróleo. Imagina una era donde sea la Cooperación y no la brutal Competencia lo que guíe nuestros destinos. Donde el 1% de la población no retenga el 99% de la riqueza, un mundo incluyente para todas las personas. Uno sin hambre ni guerra.
Ese mundo existe en estas páginas.
No estará libre de dificultades: seguirán existiendo amores no correspondidos, dudas existenciales, la colonización del espacio seguirá siendo peligrosa, y el temor a lo desconocido, así como el reparar el daño hecho a la Tierra; serán los conflictos con los que lidiaremos.
Pero lo haremos juntos.
El futuro no está escrito, los vientos del cambio soplan con fuerza y los enemigos de nuestra sobrevivencia no pararán de gritarnos que nos rindamos. Es la noche más oscura de la Tierra, de la Humanidad, y es el tiempo de luchar, no de rendirse; ante quienes saben que tenemos al fin los medios tecnológicos para detener su locura.
Te invito a que nos acompañes a ver como sería vivir en ese mundo limpio, audaz, nuevo y sostenible, que nos espera cuando hagamos que salga el sol.
Bienvenido al Solarpunk.”